No te dejes engañar por mí. No te engañen mis apariencias. Por que son solo una máscara, Tal vez mil máscaras, que me da miedo quitarme, Aunque ninguna de ellas me represente. Aparento sentirme seguro, Que todo va de maravilla, tanto dentro como fuera; Aparento ser la confianza personificada, Poseer la calma como una segunda naturaleza, Controlar la situación Y no necesitar de nadie. Pero no me creas, te lo ruego. Exteriormente puedo aparecer tranquilo; Sin embargo, lo que ves es una máscara. Debajo, escondido, está mi verdadero yo En la confusión, en el miedo, en la soledad. Pero lo escondo. No quiero que nadie lo sepa. Me invade el pánico Ante el solo pensamiento de mostrarlo. Por eso necesito constantemente Crear una máscara que me oculte, Una imagen pretenciosa que me proteja De la mirada perspicaz. Pero precisamente esa mirada es mi salvación. Mi única salvación. Y yo lo sé. Más, cuando viene acompañada de la aceptación, del amor, Entonces se convierte en lo único Que puede liber